viernes, 8 de junio de 2012

Artículo

La Nación / Foro
08 / 06 / 2012 
_____________________________________________________
La suerte está echada...

§       Si ya diversos centros educativos están apostando al cambio de paradigma educativo, ¿por qué no hacer de la motivación un permanente mecanismo que alimente el proceso de enseñanza y aprendizaje universitario?...
_____________________________________________________
Carlos Díaz Chavarría
Profesor universitario, comentarista del programa Panorama de Canara

         De acuerdo con el estudio Salud y estrés laboral del 2010, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se determinó que en los centros de trabajo la motivación es parte primordial de las estrategias de productividad debido a que mantiene a los trabajadores más contentos, ahora bien, si la motivación brindada a los empleados ha sido, desde el siglo XX, una de las principales responsables de aumentar la productividad en el ámbito laboral, sería conveniente plantearse ¿por qué no intentar aplicarla, también, en el ámbito educativo universitario costarricense?...
          Esto ante la premisa de que si muchos docentes y autoridades educativas, en reiteradas ocasiones, han manifestado que gran parte de la deserción se debe, precisamente, a que los estudiantes se encuentran en ambientes de enseñanza y aprendizaje procedentes de un sistema educativo tradicional los cuales, muchas veces, no estimulan su interés por el estudio pues en el aula imperan las imposiciones, las verdades absolutas, la falta de creatividad, la memorización, la poca interacción, la carencia de exposición de ideas o la falta de autonomía o de empatía, entonces los centros educativos universitarios deberían apostar por los cambios correspondientes que incentiven y faciliten en los estudiantes una patente motivación por lograr metas que los satisfagan y les permitan el logro de una autorrealización profesional y personal.
             Pues, definitivamente, en esta sociedad global del conocimiento, las universidades tanto públicas como privadas deben surgir a la vida con el signo del cambio, esto las compromete a asumir una misión académica congruente con las grandes innovaciones de nuestro tiempo, de ahí que les corresponda el rol estelar de formar estudiantes integrales, con una clara perspectiva intelectual, humanista y de liderazgo, que no se limite a brindar exclusivamente conocimientos, sino que se preocupe por inculcar valores y actitudes positivas ante la vida, en definitiva, un cuerpo estudiantil que, a partir de dichas competencias, se sienta motivado para alcanzar un aprendizaje que le sea significativo, más allá de estar preocupado por aprobar un curso.  
             Ante este panorama, la presidenta de la Escuela de Sociología de la Universidad de Costa Rica, Pamela Campos Brenes, comenta que es muy desestimulante cuando el docente asume que el alumno debe saberlo todo, llega de mal humor, comienza a regañar por cualquier detalle, a veces le grita a los estudiantes, no presta atención a las necesidades de sus alumnos, sólo se dedica a dictar o a hacer uso de lo memorístico, fomenta el temor, llega sin planificar las lecciones, toma una postura autoritaria en lugar de desarrollar técnicas creativas, innovadoras y una educación más cercana, más amigable, de mayor confianza con los estudiantes para que se sientan motivados a llegar a la clase por amor al aprendizaje y no por una simple obligación.
           De ahí que sea vital que los docentes, como principales agentes creadores de este cambio pedagógico y esenciales responsables del proceso de formación, desarrollen ambientes atractivos de aprendizaje los cuales sean flexibles para atender las diferencias individuales y grupales de los estudiantes, caracterizados por actividades lúdicas, innovadoras, retadoras y estimulantes como por ejemplo el uso de análisis de casos, videos, cine-foros, debates, mesas redondas, portafolios, diálogos socráticos, proyectos creativos, simulaciones, metáforas, mapas mentales o recursos tecnológicos, cuyo fin sea el predominio de la participación, la pasión, el compromiso, el positivismo, el fomento del pensamiento crítico, la cooperación y el autoaprendizaje.
          En donde, a partir de estrategias de enseñanza o evaluaciones bien planificadas, se forme un clima emocional basado en la confianza, la seguridad y la adaptación mutuas, se genere la libertad para que los alumnos se animen a preguntar y a cuestionar; además de evitar los comentarios negativos, la ansiedad, el exponer de manera burlista los errores de los estudiantes, ver, precisamente, en el error una fuente básica de aprendizaje, se reconozca abierta y públicamente el esfuerzo y los éxitos de los muchachos, se haga uso del humor, en fin, lograr que los alumnos se sientan tomados en cuenta pues de esta manera se perciben como protagonistas de su propio aprendizaje, tal y como lo expresa la psicóloga y doctora en educación, María Esther Flores Sandoval, el profesor que brinda autonomía promueve la motivación, y las personas con una motivación alta son más persistentes en sus tareas, por lo cual tienen mayor probabilidad de que alcancen sus metas y logren el éxito.
          Apostar por un cambio de paradigma. Señala un proverbio chino que “el éxito de las acciones educativas no parte solamente del hecho de la motivación mágica del profesor que dice lo que se debe hacer, sino de la motivación interior que mueva al mismo alumno a realizar lo que se le propone”. Así es, dicha motivación debe ser un trabajo conjunto, interactivo, comprometido y constante, tanta responsabilidad debe tener el docente de elaborar estrategias que motiven a los alumnos -de ser un provocador de éxito-, como los estudiantes quienes deben interiorizar, y vivir, el hecho de que el interés puede ser una buena herramienta para el triunfo educativo.
          Evidentemente para que se dé este cambio de paradigma educativo debe existir información, conciencia y voluntad para el cambio, como lo señala el Gerente de Desarrollo de Proyectos en Chile, Javier Martínez Aldanondo, “para cambiar hay que aprender y para aprender hay que cambiar”. Por eso sería interesante determinar ¿cuáles son las concepciones que poseen los docentes sobre lo que es la motivación?, ¿cómo la están implementando o la implementarían?, ¿de qué manera se está despertando el interés de los estudiantes por aprender la materia?, ¿qué estrategias se llevarán a cabo para despertar el gusto por aprender y cumplir con las respectivas demandas académicas?, ¿realmente se estará logrando la buena disposición, el trabajo activo, la mentalidad positiva o el rompimiento de la monotonía?…, pues estos planteamientos son vitales en la medida en que si se aumenta la motivación en las aulas pueden verse beneficiados tanto los docentes, quienes van a contar con un ambiente laboral más tranquilo y satisfactorio, como los alumnos quienes podrán disfrutar lecciones más gratas y lograr la eficiencia de su aprendizaje.
          Por ejemplo, de acuerdo con la opinión del Decano del Centro de Estudios Generales de la Universidad Nacional, Enrique Mata, desde que los docentes de dicha institución comenzaron a implementar en sus lecciones estrategias con mayor dinamismo se ha incrementado el rendimiento académico, el interés de los muchachos por participar más activa e independientemente en su aprendizaje, la responsabilidad académica y social de ellos, se ha disminuido la deserción y los docentes ahora se sienten con menos presión y más entusiasmo. Entonces, si ya diversos centros educativos como la Universidad Nacional o la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología, están apostando al cambio de paradigma educativo, y se están logrando importantes avances en materia de aprendizaje al plasmar una enseñanza que, como expresara el docente Francisco García Bacete, más allá de buscar poseer capacidades lo que trata es de saber cómo utilizarlas, valga reiterar, ¿por qué no hacer de la motivación un permanente mecanismo que alimente el proceso de enseñanza y aprendizaje universitario?...
          La idea es abocarse a innovaciones educativas y ver en la motivación esa trascendental oportunidad para hacer del accionar educativo un ámbito más humanista, intelectual, creativo, pensante y sensible. Se trata de educar para la profesión, el empleo, la ciudadanía, la vida, en fin, para un aprendizaje más significativo, para el autodesarrollo, o en palabras de Maslow, para la auto-actualización con el fin de que los estudiantes alcancen su máximo potencial de crecimiento como humanos. Además se debe considerar que estudiantes más motivados académicamente resultan más provechosos para el desarrollo social del país en la medida de que brinda la enseñanza de valores superiores como la empatía, el respeto, la entereza, la perseverancia y la autoconfianza, fomenta la toma de decisiones, conlleva la libertad de pensamiento y el desarrollo de individuos tanto creativos como críticos capaces de conocer y valorar la realidad en la cual se desenvuelven y de comprender el significado de sus labores y acciones en dicho contexto.
          En este sentido, por ejemplo, el ex presidente del Gobierno Estudiantil de la Universidad Latinoamericana de Ciencia y Tecnología, Fabián Valenciano Góngora, indica que "en una sociedad tan competitiva, más allá de la adquisición de títulos, se requieren jóvenes emprendedores, ávidos de información y espíritu investigativo, capaces de asumir retos, y para ello la motivación es el motor que impulsa grandes cambios educativos".
Por lo tanto, los diversos actores sociales, en especial los docentes quienes tienen el gran honor, pero la manifiesta responsabilidad de estar formando humanos, deben plantearse si desean ser quienes por desconocimiento, apatía o conformismo se empeñan en transitar por los caminos de una enseñanza ortodoxa, memorística y que puede conducir a la desmotivación, o, por el contrario, de aquellos quienes procurando el bienestar, desarrollo y satisfacción de los estudiantes buscan, sienten y quieren establecer la motivación como un proceso de cambio en favor de la excelencia del ámbito educativo... Como dijera el político romano Julio César, “alea iacta est” -la suerte está echada-, de nosotros depende, entonces, el camino por donde deseamos transitar…

amacali29@yahoo.com
__________________________________________

17 comentarios:

  1. Me parece muy interesante su artículo compañero y considero que precisamente lograr que la motivación sea permanente, es parte del cambio del paradigma educativo que tanto se persigue para alcanzar procesos exitosos. La educación hoy en día debe ser del estudiante y motivada y guiada por el profesor para alcanzar comprensión de mundo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y por un profesor que crea en lo que enseña, que esté también motivado, que aunque esté cansado, haga del aula un espacio lúdico de enseñanza. Para motivar hay que estar motivado, de lo contrario qué estresante sería...

      Saludos.

      Eliminar
  2. Hola Carlos, muy completo su artículo, sobre todo al exponer acerca de referentes que han incursionado en la implementación de estrategias para motivar. Además, me encantó el proverbio chino que incluye,“el éxito de las acciones educativas no parte solamente del hecho de la motivación mágica del profesor que dice lo que se debe hacer, sino de la motivación interior que mueva al mismo alumno a realizar lo que se le propone”. En definitiva, la responsbilidad sobrecae en los dos actores, docente y estudiante, siempre con la salvedad de que al segundo se le debe ayudar y orientar a alcanzarla.

    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exacto es una simbiosis, en donde se desarrollan y mezclan continuamente las dos clases de motivación: la intrínseca y la extrínseca. La primera se refiere a la satisfacción personal que representa enfrentar con éxito la tarea. La segunda dependen de lo que digan o hagan los demás acerca de la actuación del alumno, o de lo que él obtenga tangiblemente de su aprendizaje.

      Ahora bien, cuando un alumno quiere aprender, lo logra con mayor facilidad que cuando no quiere o permanece indiferente. En el aprendizaje la motivación depende inicialmente de las necesidades y los impulsos del individuo, puesto que estos elementos originan la voluntad de aprender en general.

      Muchas gracias por los comentarios.

      Saludos.

      Eliminar
  3. Saludos Carlos
    Usted habla de diferentes actividades aúlicas que definivamente promueven la motivación. Un docente que se enfrascó en esquemas obsoletos jamás va a lograr que sus estudiates se motiven por el aprender. Lo que sucede, es que muchos no quieren asumir el compromiso, pues para hacerlo, tendrán que actualizares, replantearse, e incluso desamprender paradigmas canonizados por el tiempo. Hay que ser imnovador para ver los resultados.

    ResponderEliminar
  4. Además de innovador, hay que ser responsable, ético, consciente de la gran responsabilidad que se tiene entre manos: formar humanos.

    También el problema es que algunos docentes se ven a sí mismos como el experto cuyo papel es impartir su conocimiento a los estudiantes que son como recipientes vacíos. Esto es muy grave pues lo ideal es que los profesores se vean a sí mismos como guías. Ellos comparten lo que saben, pero entienden que ellos no son el punto focal. Sus estudiantes sí lo son.

    Simplemente significa que en vez de que el profesor se pregunte “¿Qué voy a hacer hoy?”, debe pensar: “¿Qué van a hacer mis estudiantes hoy?” De esa manera los estudiantes se sienten más constructores del proceso educativo y ello los puede motivar a un aprendizaje más eficaz.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  5. Carlos, da gusto leer tus artículos, al igual que tu libro, he saboreado cada palabra, cada línea, cada frase, realmente es un manjar suculento tu escritura. Mil gracias por darnos a las mujeres ese entorno maravilloso en tus letras. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué especial doña Rita!, sus palabras son alimento para mi espíritu. Qué bueno que lo que escribo, desde lo formal, académico, hasta lo literario pueda generar, en algunos,pensamientos y sensaciones tan positivos. Me encanta que esté disfrutando el poemario. Y aprovecho este espacio para recordarle que la presentación es el 5 de julio en el Instituto de México a las 7:00 p.m. Ojalá pueda asistir. Saludos.

      Eliminar
  6. Estimado Carlos:

    Como mencionan los demás compañeros, realmente es un gusto poder leer sus escritos.

    Rescato de su artículo y es lo que más me llama la atención, la presencia de múltiples ejemplos que le permiten al lector recrear en su mente y hacer muchísimo más vivencial el tema que usted comenta.

    ResponderEliminar
  7. Muy especial Vanessa, las palabras de ustedes son un compromiso para seguir brindando trabajos de calidad, están plasmando al pie de la letra el tema de la motivación.

    La escritura, definitivamente, es una excelente manera de poder transmitir las ideas, de hacer cambios, influir en los demás, generar propuestas, y si a uno afortunadamente se le facilita, aunado a la experiencia, pues hay que aprovecharlo. Bueno, usted muy bien lo sabe, señora poetisa.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  8. Hola Carlos, me parece muy oportuna la acotación sobre la importancia de la aplicación del pensamiento crítico a la práctica docente por parte del profesional que la desempeña, así como la importancia de su motivación. A veces me da la sensación de que hablamos de la docencia como si estuviera en una burbuja cuyas dinámicas se circuscriben a lo accionado por este, en un aparente vacío de responsabilidad de la administración educativa (ya sea universitaria, Ministerio de educación, o centro privado de estudios). Tal como se recoge en el III Informe del estado de la Educación, problemas con recursos de diverso tipo y circunstancias difíciles bajo las cuales impartir lecciones son frecuentemente desmotivantes y obstáculos para una docencia de calidad. Pienso sería conveniente fomentar el desarrollo del pensamiento crítico de las autoridades educativas para coadyuvar la motivación estudiantil, vía profesionales.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, aplicar el pensamiento crítico en cada uno de los agentes del ámbito educativo.

      Saludos.

      Eliminar
  9. Don Carlos
    Coincido con su artículo y lo que esto conlleva para el mejoramiento del proceso de aprendizaje. Destaco lo que usted menciona respecto al dinamismo y cómo éste aumenta cuando la clase se basa en situaciones significativas.

    ResponderEliminar
  10. Quiero a partir de tu artículo resaltar un aspecto que me resulta inquietante, la mención que haces, de la generación de ambientes atractivos de aprendizajes que sean flexibles, y generadores de confianza, seguridad, adaptables y que en general ofrezcan sinergia positiva para los estudiantes.
    Consideras que la formación que recibimos en maestrías como está nos permiten disponer del bagaje conceptual para desarrollar estos ambientes, sobre todo entendiendo que no todos nos dedicamos a tiempo completo a la docencia, entonces podríamos tener uno o dos cursos para tratar de implementar todo esto que se nos da a conocer, sin tener seguridad razonable de que sus efectos sean positivos en los grupos.
    Cristina menciona algo interesante en su blog y es el aprendizaje en la construcción de estos ambientes a través del ensayo prueba y error, te pongo un ejemplo, la mención que haces de reconocer abiertamente y públicamente el esfuerzo, quizá podríamos para generar un ambiente de empatía en el grupo hacerlo de manera alegre o con humor, pero podría ser que notemos que no nos toman en serio, entonces la próxima vez lo haces con más seriedad, es decir vamos calibrando las técnicas para encontrarles el punto, pero ello podría afectar a las personas que compartieron con nosotros en el proceso de aprendizaje.
    Lo que he tratado de hacer al respecto es procurar demostrar genuino interés por el aprendizaje de los muchachos de manera que las deficiencias que pudiese tener como docentes, me sean atribuidas a debilidades técnicas del papel del docente y no a desinterés en los muchachos.
    ¿Qué opinas?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De acuerdo, hay que ser auténtico, ellos lo perciben fácilmente y les agrada porque les genera un grado de confianza. Indudablemente lo que se enseña aquí no es suficiente, y eso que mucho yo ya lo he aplicado desde hace 12 años..., y tampoco es garantía de que lo aprendido realmente se ponga en práctica.

      Saludos.

      Eliminar