¿Devolverse o no
devolverse?...
La función de los profesores, o por
lo menos una de las tantas que posee y con la cual me identifico, es la de fomentar
un modelo constructivo del aprendizaje en donde el docente no entregue
información cerrada para ser simplemente fijada por los estudiantes ni cierre
las posibilidades del constante cuestionamiento. Por el contrario debe dar la
libertad para que ellos formen parte activa del proceso de enseñanza-aprendizaje,
y si en este trayecto, en algún momento, el docente debe retomar cierta
información que no fue asimilada por todos al mismo tiempo, o empieza un curso
e donde los alumnos deben repasar ciertas destrezas para lograr una nivelación
con respecto a los otros, tiene la responsabilidad de hacerlo.
Una clase es un ámbito con diferentes personalidades, pensamientos, inteligencias, experiencias, realidades…, por lo cual no todos van a adquirir la información por igual; ahora bien si un docente desea prever esta situación de que los estudiantes estén preguntando para que otros que ya adquirieron el conocimiento no se molesten o aburran, entonces se debe tratar, en la medida de las posibilidades, construir y transmitir el conocimiento de una manera clara, concreta, coherente y directa, utilizando bastantes ejemplos e infiriendo qué se necesita reforzar. Y cuando algún estudiante pregunta algún aspecto sobre lo ya estudiado, en lugar de contestarlo el profesor, le puede pedir a otro estudiante (quien ya haya asumido el conocimiento) que dé la respuesta para hacer que el aprendizaje se desarrolle de manera más colaborativa.
Una clase es un ámbito con diferentes personalidades, pensamientos, inteligencias, experiencias, realidades…, por lo cual no todos van a adquirir la información por igual; ahora bien si un docente desea prever esta situación de que los estudiantes estén preguntando para que otros que ya adquirieron el conocimiento no se molesten o aburran, entonces se debe tratar, en la medida de las posibilidades, construir y transmitir el conocimiento de una manera clara, concreta, coherente y directa, utilizando bastantes ejemplos e infiriendo qué se necesita reforzar. Y cuando algún estudiante pregunta algún aspecto sobre lo ya estudiado, en lugar de contestarlo el profesor, le puede pedir a otro estudiante (quien ya haya asumido el conocimiento) que dé la respuesta para hacer que el aprendizaje se desarrolle de manera más colaborativa.
También se pueden brindar material
extra. Por ejemplo algunos estudiantes de Pensamiento Crítico no tuvieron que
llevar Redacción y estilo (en donde se estudia cómo hacer un ensayo
argumentativo), entonces cuando en Pensamiento deben elaborar uno, es muy
difícil que me ponga a dar una clase sobre esto, pero hay ciertos aspectos
claves que retomo cuando estudiamos la argumentación y, además, les subo un
documento elaborado por mí en donde se detallan las características del ensayo
argumentativo para que ellos no se sientan en desventaja con respecto a los
demás que si llevaron la clase de Redacción, igual les puede servir a estos
últimos para refrescar la información. Se trata también de despertar en ellos
la curiosidad y la autonomía intelectual para no caer en una absoluta
dependencia, pero ellos sí deben sentir que cuentan con el respaldo y la ayuda
del profesor para que se motiven a lograr un mejor aprendizaje. Si algún
profesor no se devuelve por pereza o autoritarismo, estaría poniéndole trabas a
una educación de calidad para todos los participantes del proceso educativo.
“Dime
y lo olvido, enséñame y lo recuerdo,
involúcrame y lo aprendo”
-Benjamín Franklin-
Saludos.
Carlos
ResponderEliminarMe agrada el comentario sobre la manera en que entregamos la información a nuestros estudiantes. Cuando los ponemos a pensar podremos ver resultados más que satisfactorios. Solemos entregar información de forma cerrada porque es más fácil para nosotros, pero si seguimos así no lograremos ningún cambio.